Un testimonio que convierte un tema tabú como la muerte en algo tan accesible como absorbente La mayoría de la gente prefiere no pensar en la muerte. Pero cuando Caitlin Doughty comenzó a trabajar en una funeraria, siendo por entonces una veinteañera licenciada en Historia medieval con cierta afición por lo macabro, convirtió lo que era una curiosidad morbosa en su profesión.Tuvo que aprender a ocuparse de toda clase de cadáveres, adentrándose en un mundo insólito con abundantes dosis de humor negro y extraños personajes de este mundo y del otro. Hasta las cenizas, superventas del New York Times traducido a ocho idiomas, desvela los entresijos de un oficio muy peculiar. Y responde a preguntas que ni siquiera nos habíamos planteado: ¿Un cadáver puede contagiarnos una enfermedad? ¿Cuántos cadáveres caben en una furgoneta? ¿Qué aspecto tiene una calavera en llamas? Con un estilo desenvuelto y una ironía en ocasiones desternillante, Caitlin convierte un tema tabú como la muerte en algo tan accesible como absorbente.
Sobre el autor
Doughty, Caitlin