Esta primera novela de Eduardo Barrios, Premio Nacional de Literatura 1946, narra la dolorosa experiencia de un pequeño niño enamorado perdidamente de una mujer mayor. Tras su publicación en 1915, una parte de sus lectores se escandalizaron, mientras otros, entre ellos Gabriela Mistral, supieron valorar la sensibilidad y destreza narrativa de Barrios. Cien años después, este breve relato sigue conmoviendo a sus lectores con la misma intensidad de antaño. La pureza del amor infantil es una cantera inagotable para aquellos escritores capaces de captar su delicada y preciosa fragilidad.
Sobre el autor
Barrios, Eduardo