La naturaleza fue, para el religioso Onofre Jarpa, una fuente constante de inspiración a lo largo de sus 91 años. El artista encontró en los paisajes del Chile central un reflejo de la creación divina, que plasmó ensus telas de colores suaves y dibujo firme, llenas de la calma y la penitud que derivaban de la contemplación, que fue su norte..