Formado en el academicismo de principios del siglo XIX, Monovoisin llegó a Chile buscando gloria y fortuna. Las logró abandonando los temas hitóricos para retratar a las elites, con su dibujo neoclásico enriquecido con un aire romántico. Volvió a Francia tras un decenio, y terminó sus días pintanto allá los temas de la América que tanto lo admiró..