Recuerdos De Egotismo Y Otros Escritos Autobiográficos

Recuerdos De Egotismo Y Otros Escritos Autobiográficos

Stendhal

Considerada por escritores como Paul Léautaud y André Gide una obra maestra del género memorialístico, ?Recuerdos de egotismo? nos devuelve al París de la primera mitad del siglo XIX, donde el joven Henri Beyle, antes de ser ?Stendhal?, intenta encontrar su sitio como novelista y amante. Literatos de salón, aristócratas y gacetilleros desfilan por estas páginas únicas de la literatura universal. Con traducción de José Luis Arántegui recuperamos la excelente edición de este clásico para Gallimard de Béatrice Didier e incluimos otros escritos como ?Proyectos de autobiografía? y el atípico breviario ?Privilegios?. ?El genio poético ha muerto, mas ha venido al mundo el genio de la sospecha. Estoy hondamente convencido de que una perfecta sinceridad es el único antídoto capaz de hacer olvidar al lector los eternos yoes y míes que el autor se dispone a escribir. ¿Tendré valor para contar cosas humillantes sin salvarlas con prefacios infinitos? Así lo espero.?

Ficha Técnica
I.S.B.N.:
9788477748243
Editorial:
Machado editorial
E-Book:
Última edición:
1/1/2008
Páginas:
265
Peso:
350 gr.
Formato:
22x14 cms
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Sobre el autor


Stendhal

Henri Beyle (nacido Marie-Henri Beyle; Grenoble, 23 de enero de 1783-París, 23 de marzo de 1842), conocido por su nombre de pluma Stendhal, fue un escritor francés. Valorado por su agudo análisis de la psicología de sus personajes y por la concisión de su estilo, está considerado como uno de los primeros y más importantes representantes literarios del realismo. Sus novelas más conocidas son Rojo y negro (1830) y La cartuja de Parma (1839).

Durante la vida de Stendhal, su reputación se basó principalmente en sus libros sobre arte y turismo (término que contribuyó a introducir en Francia), así como en sus escritos políticos y su ingenio en las conversaciones. Sus opiniones poco convencionales, sus inclinaciones hedonistas atenuadas por una capacidad de indignación moral y política, su carácter travieso y su odio al aburrimiento, constituyeron para sus contemporáneos una mezcla de contradicciones provocadoras, que les hizo difícil apreciar su sensibilidad ágil e irónica, siendo Honoré de Balzac el único en reconocer entonces su genio como novelista. Como escritor, destacan en la obra de Stendhal un conjunto de ideas como la hostilidad al concepto de «belleza ideal», la noción de modernidad y la exaltación de la energía, la pasión y la espontaneidad. Egoísta declarado, su filosofía personal, a la que él mismo denominó «beylismo» (por su verdadero apellido, Beyle),​ enfatizaba la importancia de la «búsqueda de la felicidad» combinando el entusiasmo con el escepticismo racional, la lucidez con la entrega voluntaria a las emociones líricas. El «beylismo», tal como él lo entendía, significaba cultivar una sensibilidad privada y, al mismo tiempo, desarrollar el arte de ocultarla y protegerla.