Cuando Virginia Woolf publicó Las olas, había cumplido cuarenta y nueve años. Partiendo de esta etapa de madurez y experiencia, la prosa de Virginia Woolf recurre al monólogo interior para sumergirnos en la vida de seis personajes, desde la infancia hasta la vejez. Más que ante una novela, el lector se halla frente a una urdimbre de formas, sensaciones, colores y sonidos que siguen la cadencia y el compás de las olas: siempre iguales, siempre diferentes, omnipresentes. El texto de Woolf fluye, al igual que esas olas, de manera fugaz, eterna, y convierte esta novela en una obra clave para comprender la literatura del siglo XX.
Sobre el autor
Woolf, Virginia
Virginia Woolf es una de las figuras clave del Modernismo. Hija de un distinguido crítico e historiador, la autora estuvo rodeada desde pequeña por un ambiente profundamente literario e intelectual. En su juventud, Woolf se convirtió en la cabeza visible del denominado Grupo de Bloomsbury: una élite que reunía a los intelectuales más brillantes de la cultura británica y que marcaría un antes y un después en la vida de la autora. Estas reuniones le abrieron un nuevo mundo, y Virginia empezó a interesarse por el feminismo y por elementos que más tarde sentarían las bases del Modernismo, como el placer estético o la renovación de la narrativa tradicional. Durante los felices años veinte, fundó junto con su marido la editorial Hogarth Press, célebre por editar textos de T. S. Eliot, Freud o incluso de la propia Virginia. Dentro de su obra, novelas como La señora Dalloway o Al faro pasaron a la historia de la literatura por poner el foco por primera vez en la forma y no en el contenido. En 1941, tras un fuerte episodio depresivo y con la amenaza de la Segunda Guerra Mundial sobrevolando Reino Unido, Virginia se quitó la vida. Su obra, dotada de una deslumbrante carga simbólica, nos ofrece una de las cumbres del modernismo literario.