El día que Gregorio Luri dio su primera conferencia se prometió a sí mismo tres cosas: nunca repetir el mismo discurso, hablar solo de lo que estuviera convencido e intentar dirigirse a los que le escuchasen cara a cara, es decir, sin mediaciones tecnológicas, porque el autor está convencido de que la relación educativa fundamental es la creada por las personas que pueden mirarse a los ojos. Con estos principios en mente, El deber moral de ser inteligente presenta una serie de conferencias y artículos que invitan a una educación basada en el conocimiento y el esfuerzo, que brinde igualdad de oportunidades, sin distinciones de origen. Una educación, en definitiva, de calidad.
Sobre el autor
Luri, Gregorio