La obra es el recorrido de una madre de un niño con autismo por las sospechas, la negación y su superación, la dificultad de encajar el diagnóstico y su volatilidad, la necesidad de actuar, la aceptación, aquello en lo que apoyarse y aquello que descartar, y, finalmente, por la normalización, la asunción de los retos, la reivindicación de la diferencia y la búsqueda de la felicidad. Se trata de un libro sincero, realista y lleno de optimismo, pero sin vendas en los ojos ni paños calientes, cuyas reflexiones y vivencias aspiran a ayudar a los que aman a una persona con autismo o con discapacidad.